La Ley de Eficiencia Energética plantea que cada cinco años se elabore un Plan Nacional de Eficiencia Energética, que abordará las siguientes áreas: sectores productivos, residencial, edificación y transporte, ciudades inteligentes, estándares mínimos y etiquetado de artefactos, educación y capacitación.
Con ella se espera lograr un uso racional y eficiente de los recursos energéticos, para contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas y reducir las emisiones de contaminantes, además de mejorar la productividad y la competitividad económica. Así, con esta ley se espera un 5,5% de reducción de consumo energético a 2030 y un 7% a 2035.
Las viviendas y edificios consumen en la actualidad casi un 15% de la energía total del país, fundamentalmente por concepto de calefacción debido la poca capacidad de aislación térmica de las viviendas, entre otros factores. Para esto, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), junto al Ministerio de Energía, elaboraron la Calificación Energética de Viviendas (CEV), medición a la que deberán someterse las nuevas edificaciones para su recepción final y que cuenta con tres indicadores principales: porcentaje de ahorro en la demanda de energía para lograr calefacción, enfriamiento e iluminación apropiados para la vivienda.